- En el quinto capítulo de «Deportistas sin Límites», espacio auspiciado por el Instituto de Rehabilitación Neuro Sports, se profundiza en cómo el factor psicológico ha sido tan o más determinante que el físico en su recorrido
Aunque su trayectoria en el deporte ha estado llena de esfuerzo silencioso, Marco Maturana, de 27 años, es un ejemplo de determinación, trabajo constante y convicción personal. Nacido en una familia ligada al deporte y oriundo de La Calera, el “Chino” ha combinado su formación como Técnico Agrícola con una intensa vida deportiva que lo ha llevado a representar a Chile en un Mundial de Fútbol 7 Paralímpico.
Desde joven asumió responsabilidades laborales y su visión de vida siempre ha estado marcada por una fuerte autodeterminación: “nunca me vi como una persona con discapacidad”, ha repetido en más de una ocasión, desafiando las etiquetas sociales y mostrando que el deporte es, ante todo, un espacio de capacidad, no de limitaciones.
En este quinto capítulo de «Deportistas sin Límites», espacio auspiciado por el Instituto de Rehabilitación Neuro Sports, profundizamos en cómo el factor psicológico ha sido tan o más determinante que el físico en su recorrido. A través de su testimonio, conoceremos cómo ha transformado desafíos en oportunidades.
¿Tienes una base familiar que te ha inculcado el deporte?
Venimos de una base deportista. Va desde mi abuelo parte paterno, hasta mi hermano y ahí vengo yo. Somos mi abuelo, mi papá, mi hermano y yo. Es una base en realidad donde todos hacemos deporte de alto rendimiento. Desde pequeños estamos inculcando la buena salud y activos por tema del ejercicio. Cabe señalar que todos nos dedicamos a deportes diferentes. Mi papá hizo fútbol, mi hermano fue seleccionado chileno de handball, Jonathan Maturana. Yo siempre jugué en el barrio y en canchas como en todos lados.
“A los 14-15 años estuve en una escuela de fútbol en la cual pude desarrollar, entre comillas, mis primeras armas, pero dentro siempre lo jugué, pero lo hice de manera más estricta en la escuela. Yo siempre jugué fútbol convencional (no para gente con discapacidad), siempre jugué, incluso hasta el día de hoy”.
TIENE SU PROPIA EMPRESA
Por lo que he visto, eres bien comprometido con el deporte, pero pasas ocupado ¿En qué trabajas?
Ahora en estos momentos tengo una empresa de verdura. Literalmente no es mía, pero todos trabajamos en una empresa familiar, todos nos manejamos en el mismo rubro, así que todos trabajamos para un mismo lado. Yo comencé porque quería plata. Veía que todos mis hermanos trabajaban y todos tenían plata y a mí nunca me faltó nada, así que nunca opté por trabajar. Al momento de ser adolescente y ser un poquito más adulto caché que uno necesitaba lucas, entonces empecé a trabajar como a los 17-18 años.
¿A esa edad no te chocaba el horario del trabajo con el del colegio?
Uno trabajaba en los veranos. Después tuve que estudiar algo relacionado con el tema de la misma pega, estudié Técnico Agrícola que, básicamente, va de la mano con el trabajo. Se trata básicamente de que hay que apoyar y supervisar las labores en el campo, como el manejo de cultivos, control de plagas, entre otras cosas. Vi que tenía potencial en esa área, así que traté de inculcarme por ese mismo camino.
ENFRENTAR LA DISCAPACIDAD
Cuéntame sobre tu discapacidad ¿Cuando se presentó? ¿En qué consiste?
Es de nacimiento. Fue una hipoxia que a la larga marcó mi parálisis en el lado derecho. Bueno, tengo una hemiparesia espástica la cual hace que tengas rangos articulares más cortos de ciertas extremidades y también, en mi caso, afecta a un tendón de Aquiles. Esta articulación se me va cortando cada cierto tiempo. Eso sí, lo mío fue por un corte del cordón umbilical. Yo quedé 45 minutos sin oxígeno, o sea, es lo que se comenta, yo creo que fue mucho menos. Siempre se ha comentado e incluso yo lo he hablado con algunos doctores que dicen que me llevaron en ese transcurso desde Calera a Quillota y de Quillota a Viña y de Viña a Quillota en ese lapsus, todo ese transcurso sin oxígeno.
¿Sientes que tienes una discapacidad?
Yo creo que esto va más de la familia que de tu círculo en sí, respecto a lo que se le llama discapacidad, ya que yo nunca me vi con discapacidad y mi familia tampoco me hizo ver que yo la tenía. El otro día estábamos hablando con mi mamá que gracias a ellos y el entorno yo surgí, porque si hubiese tenido una discriminación, quizás no sé dónde hubiese estado.
“Como te digo, yo nunca me vi como una persona con discapacidad y creo que soy una de las pocas personas que no recibió bullying”
Estuve en rehabilitación desde los 6 meses en Teletón, ya que nací prematuro. Estoy sumamente agradecido, ya que gracias a ello he estado donde estoy en realidad, porque sin la ayuda de ellos yo creo que nada hubiese pasado.
VINCULACIÓN CON EL FÚTBOL
¿Cómo fue que llegaste al fútbol paralímpico?
Por Teletón en realidad. Yo hice varios veranos Teletón, no sé si tú sabes algo del tema que se hacen como actividades recreativas en verano para los niños. En ese entonces yo tenía 18-19 años y conocí a un niño llamado Pedro, quien un día me habló por Facebook. En ese entonces Facebook funcionaba como cualquier red social maravillosa. Ahí me comenta que se estaba armando el equipo de UVM y me invita, pero así partió todo, en realidad como súper aleatorio.
“Fue el año 2017-2018 si no me equivoco, pero yo no pude jugar dos campeonatos por temas de tiempo laboral y otro por inscripción. Mi primer campeonato fue el año 2019-2020”.
¿Cómo percibiste el cambio de fútbol convencional a no convencional?
En realidad, fue difícil el cambio para adaptarse a los tiempos futbolísticos. También, me di cuenta que hay muchas más personas al igual que yo con la misma discapacidad, para mí era el único en el mundo que tenía la discapacidad, pero al llegar a UVM fue un -Chucha, yo no tengo nada- y para mí siempre lo mío fue lo peor.
“Yo siempre he visto que los tiempos eran mucho más largos porque el fútbol 7 es mucho más lento comparado con el fútbol convencional. Eso en realidad me tuve que adaptar, netamente eso, nada más, pero me costó mucho, yo creo que uno o dos años”.
JUGAR POR CHILE
¿Tuviste la oportunidad de jugar por la selección y representar a Chile en torneos internacionales?
Estuve tres años, desde el 2020 a 2023. Yo hice el proceso de preselección y después estuve en la selección. Jugué un mundial e hice el proceso de panamericano y el ambiente es muy diferente, muy diferente a todo tipo de camarín, de persona, de todo en realidad. Todo niño sueña con representar al país dentro o fuera del país. Me marcó mucho la selección porque tú ves otros tipos de juegos, comparas tu nivel con tus compañeros, la calidad de profesional, el ritmo es otro y es muy exigente.
“Las concentraciones son diferentes, los nervios son diferentes. Antes de cada partido teníamos sesión con el psicólogo. Incluso, si no me equivoco, ante Colombia en semifinales en el entretiempo el psicólogo llamó, tuvimos una videoconferencia| y ahí nos dio unas palabras que igual sirvieron bastante”.
¿Para ti tiene más peso el factor físico o el psicológico?
El factor psicológico está más arriba que el físico, porque yo creo que es más mental que físico ya que tú te vas a te vas a enfrentar a un país diferente, a una competencia diferente y psicológicamente es otro nivel. Es otro roce, la presión te come, el himno nacional es muy diferente, incluso estas cantando el himno nacional y estás cagando entero en el sentido de que estás llorando por emoción. Entonces, obviamente ahí el apoyo psicológico es fundamental para saber convalidar.
¿Volverías a la selección?
Sí. Yo creo que como todo deportista tiene ganas de volver o ganas de llegar, porque es como un bichito que todos tenemos. Para los demás jugadores que quieran llegar, tienen que seguir trabajando, seguir entrenando, seguir fortaleciendo las debilidades para poder llegar. No es de un día para otro, ya que desde mi opinión es fácil llegar, pero mantenerse es difícil.
Desde tu punto de vista ¿Cómo se debería dar más visibilidad al fútbol paralímpico?
Que cada persona acepte primero que tiene una discapacidad para hacerlo visible. No saco nada con decir -Oh, voy a ser visible, voy a postear esto en redes sociales- y después nada. Primero se tiene que aceptar uno para poder seguir. Es solamente visibilizar partiendo por los jugadores, ahí se hace un poquito más masivo, pero creo que muchos jugadores no lo publican porque les da vergüenza. Yo sé que sí, porque netamente lo vivo. O sea, a mí no me da vergüenza, nunca me ha dado vergüenza, pero quizás otros niños, otros jugadores sí les da vergüenza y como te digo, primero tiene que partir por eso para poder surgir.
NUEVOS DESAFÍOS
¿Qué le espera a Marco Maturana este 2025?
Espero de mí seguir entrenando, seguir fortaleciendo las debilidades y en tema grupal yo creo que estamos bien fuertes. Yo creo que el remezón del año pasado nos hizo bien para poder afiatarnos como grupo y darnos cuenta en qué posición estamos. La pérdida del año pasado fue que nos bajó de la nube, porque veníamos ganando varios años y estábamos muy confiados.
“Mi meta es seguir siendo competitivo este año, ya sea un campeonato largo o un campeonato corto, pero netamente ser competitivo, ser un aporte al equipo y poder ser un referente para los niños que vienen de más abajo”
Siento que con una experiencia así como la que he vivido, yo creo que incluso ayuda mucho más a que los nuevos vengan con una mentalidad un poquito más amplia y más fuerte. Por otra parte, si se da la posibilidad de volver a selección, bacán, todos queremos estar ahí y queremos volver a vestir la camiseta.
Para terminar ¿Hay algo que le quieras decir a las nuevas generaciones que se vienen integrando al deporte adaptado?
Sí. Que las nuevas generaciones salgan de las burbujas que normalmente ponen nuestras familias, que es normal y que no pasa nada. Para que se den cuenta hay una vida “normal” fuera de esa burbuja y que nosotros tenemos la misma capacidades, oportunidades y podemos lograr cada meta que nosotros nos propongamos. Es fundamental salir de esa burbuja, ya que esa burbuja a nosotros como personas con discapacidad más que ayudarnos nos limita.
