
- Francisco Bartolucci Johnston, académico y abogado
La postulación de la ex presidenta Michel Bachelet a la Secretaría General de la Organización de Naciones Unidas debe entenderse como lo que es: una postulación estrictamente personal, política e ideológica. Por tanto, no debe plantearse como un asunto de Estado, de género o de nacionalismo.
Resulta incomprensible que ciertas figuras de la derecha política hayan apurado su tranco para entregar un inmediato e irrestricto apoyo a su postulación.
Bien harían estos personeros en reflexionar que la ex mandataria, desde tan alto cargo, no dudaría en impulsar y poner en marcha iniciativas y medidas contrarias a los principios que el sector que dicen representar postula como aspectos fundamentales e intransables para la vida política, económica, social y cultural de las personas y la sociedad. Es de esperar que recapaciten.