
- Desde que incursionó en las comunicaciones, él siempre soñó con dirigir una emisora para que estuviera al servicio de la comunidad lo que felizmente logró
Con la repentina muerte de Rubén Darío Alegría, el pasado 25 de febrero, se selló el cierre definitivo de las transmisiones de la Radio Bellotina de Belloto Norte, Quilpué, de la cual era su propietario.
La instalación de esta emisora comunitaria fue el gran sueño de Alegría, quien había incursionado inicialmente como publicista y locutor en las radios Amapola, Colo Colo, Litoral y Enfasis de Villa Alemana.
Para ello paulatinamente fue cumpliendo con las exigencias del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones hasta que logró la señal, instalándose en una casa de dos pisos en Gómez Carreño 733, Belloto Norte. En esa construcción compartía su hogar –vivía solo-, las oficinas, los estudios y la antena de transmisión.
Justamente alrededor de las 5 de la mañana del día 25 de febrero, cuando se había duchado para visitar el médico, sorpresivamente se desplomó, perdiendo la vida, producto de un infarto al corazón. Hace un año había sido intervenido y debía cumplir con un control rutinario.
Fue un amante de la radio y aunque ejercía como electricista, siempre se interesó por contar con un medio de comunicación que funcionó a su gusto. El dirigía, locuteaba, entrevistaba en vivo, leía los avisos y mensajes, y asumía los mandos técnicos. Un profesional completo, que solo lo hacía con la finalidad de ayudar a la gente.
Encabezaba con su emisora las campañas de ayuda, las de carácter solidario, las fiestas de Navidad y cuando brindaba asistencia en medio del mega incendio que afectó a Quilpué y Viña del Mar, su vehículo de transporte fue consumido por las llamas.
Nunca reclamó por esa pérdida y siguió haciendo bingos, campañas y colectas para ayudar a los damnificados.
La muerte lo sorprende a los 64 años de edad y después de haber dirigido esta emisora por espacio de 38 años.
Su hermana Lorena, es la que agradece las manifestaciones de cariño y aprecio que se apreciaron en los ochos discursos, que dirigentes sociales y vecinos pronunciaron en el Cementerio Parque El Sendero de Villa Alemana, luego del velatorio que tuvo lugar en su hogar.
Para ella “mi hermano era un verdadero Padre Hurtado que hacía muchas cosas por los demás, por mucha gente, ya que siempre estaba preocupado frente a cualquier emergencia para realizar campañas de ayuda”.