21 de mayo de 2025 00:03

 

  • Jorge Valenzuela Salazar, constructor civil

Cada día que iba a Chissano y Manjacasse, desde mi casa en Maputo, a la provincia de Gaza, mí salida era a las 4:30 de la mañana.

En la mitad del camino encontraba a mujeres que iban a sus chacras y otras volvían cargando en su cabeza, parte del producto, como se ve en la foto, la caña de azúcar y los músculos de sus brazos muestran la fortaleza de ésas mujeres, que también llevan a sus hijos pequeños a la espalda, durante su recorrido de 4 o 5 kilómetros desde sus aldeas.

Cada kilómetro que avanzaba, mientras el sol salía, eran pájaros y pequeños animalitos que huían de una carretera para no ser aplastados.

Llegaba al lugar donde construíamos una de las escuelas secundarias tipo, con la cooperación del Japón y de las cuales pudieron aprovechar los chiquillos que salían de primaria y no tenían dónde ir, pues no habían condiciones económicas para llegar a la capital de la provincia.

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