
- Filomena Navia Hevia asistió al acto de lanzamiento del libro “Testimonios de campesinos sobre la Reforma Agraria” escrito por Roberto Silva Bijit
La Alcaldesa de La Cruz Filomena Navia, que estuvo presente en el lanzamiento del libro “Testimonios de campesinos sobre la Reforma Agraria” escrito por Roberto Silva Bijit, comentó lo que ella vivió durante la Reforma Agraria y la posterior dictadura.
“Mi papa fue dirigente campesino en el tiempo de la Reforma Agraria, en el gobierno de Salvador Allende. Me tocó como niña junto a mis hermanos vivir los efectos, de ser hijo de un dirigente campesino. Fuimos invisibilizados por el estado. En ese tiempo se creó la Ficha CAS que comenzó a establecer factores que determinaban la vulnerabilidad de las personas. Entre esos factores estaba tener una propiedad. Entonces por ser hija de un parcelero, un asignatario de tierras, significaba que no teníamos derecho a la alimentación en el colegio o cuando se trataba de entregar beneficios a la comunidad tuvimos que vivir los efectos de no tener derecho a la conexión del alumbrado eléctrico, domiciliario y eso era porque mi papá era un dirigente campesino”, comentó la jefa comunal.
También abordó el profeso vivido con la llegada del gobierno militar: En tiempos de dictadura si bien acá en nuestra zona no se persiguió a los dirigentes campesinos como se hizo en Maule, donde hubo dirigentes que terminaron muertos. En el caso nuestro se privó a las familias de acceder a todo tipo de beneficios. Esa privación significó que los efectos que vivimos en la infancia, en ese tiempo fueron muy impactantes en la vida de un niño como tener hambre, no tener derecho a tener un uniforme digno porque mi papá no tenía la plata para comprar los útiles escolares, tampoco teníamos la posibilidad de que podíamos acceder a una ayuda social, porque todos los gobiernos de ese tiempo eran de derecha”.
También tuvo palabras de reconocimiento para la autoridad militar de turno: “Hubo un alcalde que estaba designado que fue el único que tuvo la capacidad de dejar de lado sus intereses personales, porque él era dueño de un fundo y escuchó a mi papá en su reclamo y esa vez tuvimos al menos acceso a la energía eléctrica domiciliaria, que era algo al que habíamos sido privados”.
Filomena Navia, es trabajadora social y está muy vinculada con la gente: “Hoy día he concentrado mucho mis esfuerzos en atender el relato de la infancia, escuchando a los niños y niñas. Mi último trabajo antes de ser alcaldesa, fue en una residencia del Sename. Trabajé tres años y ahí desarrollé muchas habilidades para comunicarme con las infancias y centro hoy día mi labor como alcaldesa y como trabajadora social en primer lugar, agrupar a todas las organizaciones sociales o a toda la gente que vive en el mundo agrícola para defender el agua. No solamente para la vida, para beber sino para el cultivo agrícola y eso me lo da la experiencia como hija de un campesino y sentamos mucho nuestra tarea en resguardar los derechos de la infancia y que los niños no sean privados de los derechos fundamentales como la alimentación, la autonomía habitacional por parte de sus familias, etc.”
Como hija de un campesino, agregó “me tocó vivir lo fuerte que son las decisiones de los adultos, que a veces no son pensadas cómo repercuten en la vida de una niña o de un niño. Y para resumir podría decir que la formación académica me permitió entender los procesos de este Chile que habitamos y también quien me permitió involucrarme en la política. Creo que estar en política es una oportunidad para poder avanzar en reformas y en proyectos que sean en beneficio para la comunidad porque creo que es importante tener autoridades políticas con conocimiento del territorio y con conocimiento de la realidad que ocurre en la comunidad. Pero sí trato de ser una mujer política que conversa y escucha a todos los sectores porque esa lección que dio ese alcalde que atendió a mi papá que era dirigente campesino comunista y esa escucha que brindó ese alcalde me hizo entender que más allá de los cargos que tengamos, las autoridades debemos tener las sensibilidad para escuchar a todas las personas sin distinción alguna”.