- Investigación de Marco Antonio Fuentes Ih
Un buen sacerdote es aquel que se caracteriza por su solidaridad, compasión, comprensión, paciencia, bondad, pureza, sinceridad y disposición al servicio.
También debe ser un buen modelo a seguir, accesible y amigable. Algunas de las cualidades que debe tener un buen sacerdote son: Ser capaz de relacionarse con todo tipo de gente. Tener dotes de liderazgo. Ser capaz de inspirar a los demás. Tener fortaleza moral y emocional. Ser discreto y digno de confianza. Tener buenas dotes de comunicación. Conocer las necesidades de la comunidad a la que pertenece. Ser capaz de sobrellevar circunstancias adversas. Tener una ejemplar disposición al sacrificio. Ser capaz de escuchar y empatizar con los demás.
Un buen sacerdote debe difundir la palabra de Dios a la gente, y para ello debe tener una creencia firme en Dios y en lo que hace.