18 de abril de 2025 10:52
  • Esposo anunció que kiosco ubicado en J.J. Latorre con Amunátegui está en venta

 

 

La muerte de María Maturana Gálvez, que trabajó toda su vida en el kiosco de diarios ubicado en J.J. Latorre con Amunátegui, en el sector de El Sauce, Recreo, provocó un gran impacto en la comunidad.

A ello se sumó la determinación de Alberto Agustín Araya González con quién convivió durante 42 años para luego contraer un matrimonio por espacio de 5 años, al anunciar que no estaba en condiciones de atender el kiosco y que lo ponía en venta.

Dijo que los ánimos no eran los mejores para trabajar en ese rubro aunque hace bastante tiempo el local lo tenía cerrado para estar al lado de su esposa.

Ella era una mujer tan correcta, que durante las restricciones de la pandemia conservó en uno de los rincones del entretecho del kiosco, la devolución de los ejemplares de «Recreo al Día», además del dinero correspondiente al porcentaje de las ventas lo que fue gran sorpresa parar el editor.

Por lo menos, habían pasado unos seis meses, ya que estaban restringidas las salidas y los contactos con los suplementeros en este caso.

Ese gesto, se le recordó a Alberto Araya, quién ratificó esa rectitud en sus procedimientos ya que ella siempre se caracterizó por su honradez y dignidad.

A pesar de ser una antigua suplementera, los restos de María Maturana quedaron sepultados en un sepulcro familiar del Cementerio Santa Inés y no en el mausoleo del gremio.

Araya dijo que su esposa cayó a la cama un día viernes y falleció en la tranquilidad del hogar el martes siguiente, teniendo la especial deferencia de despedirse de su familia.

Esta pareja no tuvo hijos, pero si don Alberto que consigna un registro de un hijo que tuvo 5 descendientes.

Algunos de ellos viven en el hogar donde reside Alberto Araya en la parte alta de Recreo, quién en medio de la soledad comparte con otros familiares que viven en Quebrada Honda de Lo Zárate en Cartagena.

Se moviliza entre ambos puntos en busca de una estabilidad mental y familiar para sobrellevar estos malos momentos.

También piensa en retomar sus relaciones con la Iglesia que le permitió hace un par de años visitar Turquía, en una misión religiosa que perduró por más de un mes. Dijo que actualmente una delegación se encuentra hoy en ese país.

Como misionero pertenece al Ministerio Águilas de Jesús de la Iglesia Reconcíliate con Dios.

Araya estuvo más de un mes en esas lejanas tierras, hace un par de años, en una tarea evangelizadora que adquirió a través de la formación que le prodigó el pastor Esteban Barahona. Los miembros de esta iglesia, se visualizan el día domingo en la Plaza O’Higgins de Valparaíso.

En la fotografía, aparece Alberto Araya en el kiosco que hoy está cerrado y a la venta

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