
- Investigación de Marco Antonio Fuentes Ih
El 10 de abril del año 1932, comenzó una de las erupciones más violentas de que se tenga recuerdo, cuando el volcán Quizapú, ubicado al oriente de Linares, arrojó cenizas que cubrieron los cielos desde Rancagua a Chillán dejando la zona en oscuridad, ya que el día se transformó en noche.
Este fenómeno también provocó daños en la agricultura de Mendoza, e incluso cayó ceniza en lugares tan alejados como Buenos Aires, La Pampa, Montevideo y el sur de Brasil.
Se formó un enorme hongo de humo que oscureció Rancagua, Curicó y Molina, obligando a las autoridades a usar el alumbrado público en pleno día.
Los ruidos subterráneos fueron sentidos en un radio de 500 kilómetros.
No se informó de víctimas fatales.
A su vez, existieron informes de que se avistaron las cenizas transportadas por el viento desde Brasil y Sudáfrica.