- Oscar Sumonte, investigador histórico
Al construir la historia de mi querido Concón, es imprescindible consultar los numerosos antecedentes que dejaron los visitantes extranjeros que recorrieron este territorio en siglos pasados, anotando cuidadosamente en sus diarios de viajes, todo lo que oían y veían a su paso, notas que después, en su gran mayoría, se convertían en interesantes libros.
Con la presente imagen hoy destacamos al coleccionista alemán Eduard Poeppig con su obra literaria “Un testigo en la alborada de Chile” 1826-1829.
En este libro, editado en idioma alemán y más tarde traducido al español por Carlos Keller y editado en Chile por Zig-Zag, incluyó este grabado de su autoría del cual comenta: “Ha sido diseñado desde una cerca que deslinda el Molino de Concón hacia oriente”.
Cabe agregar que el molino mencionado, había sido construido, cerca de la desembocadura del Río Aconcagua, por otro gran cronista y que vivió en esta zona con su familia, el ingeniero inglés don John Miers, del cual hablaremos en otra ocasión.
