- Christian Lucero, abogado
¡Ciudadanos! ¡La democracia no puede ser rehén de los partidos!
Los partidos políticos han terminado por secuestrar la política. Vemos con indignación cómo, hasta el último minuto, manipulan las inscripciones de candidaturas, dejando fuera a personas que confiaron en su invitación, que apostaron tiempo, trabajo y sueños en proyectos que al final nunca se concretan.
Esos candidatos y candidatas, muchas veces con gran preparación y vocación de servicio, pagan un costo de oportunidad altísimo: dejan de lado iniciativas personales, profesionales o incluso posibles candidaturas independientes, arrastrados por la promesa de los partidos que luego no cumplen.
Mientras tanto, se privilegia a figuras populares del deporte, la farándula o los programas de televisión, en desmedro de quienes podrían aportar ideas nuevas, seriedad y compromiso real con las comunidades.
Esto es gravísimo. Porque no solo frustra a las personas que creyeron en la invitación de los partidos, sino que además atenta contra las bases mismas de nuestra democracia, limitando la libertad de elección de los ciudadanos y debilitando la confianza en el sistema político chileno.
La democracia no puede reducirse a un juego de cálculos y conveniencias partidarias. El país merece algo mejor: merece transparencia, respeto por quienes participan, y la posibilidad de elegir entre todas y todos los que tienen la voluntad y las capacidades de servir.
