- Señaló Reinaldo Sánchez, timonel del Santiago Wanderers, mientras que Eduardo Gandulfo, resaltó su participación como panelista en el espacio televisivo “Juego limpio”.
Especialmente golpeado emocionalmente se mostró el empresario autobusero y presidente de Santiago Wanderers, Reinaldo Sánchez, al conocer el deceso del abogo Carlos Iván Toro Manríquez.
Muy escuetamente dijo que “trabajamos juntos por más de cincuenta años. Fue un caballero, un profesional serio que me acompañó en el gremio autobusero y en el fútbol profesional, tanto en la Asociación Nacional de Fútbol Profesional como en Santiago Wanderers. Fue un hombre muy valioso”.
Recordó en especial su activa participación en la creación del Canal del Fútbol: “Fue un compañero de trabajo”.
DESDE NIÑO QUE ERA COLOCOLINO
Eduardo Gandulfo Rozas, conductor del espacio televisivo “Juego Limpio” de Quintavisión, conoció muy de cerca a Carlos Toro, ya que diariamente compartía con él un café, cerca de su oficina profesional en 10 Norte, a cuya conversación se sumaba Ángel Botto.
“En lo personal fuimos amigos desde hace muchos años compartiendo vivencias y formaba parte de ese panel, ya que yo tengo los derechos de los partidos de fútbol tanto de Primera como Segunda División. Allí estaban junto a él Patricio Leal y Gustavo Lillo. Él participaba todas las semanas”, agregó el profesional.
Junto con lamentar su deceso, producto de una afección cardíaca resaltó el trabajo que desarrolló junto a Reinaldo Sánchez, tanto en la conducción de Santiago Wanderers como en la Asociación Nacional de Fútbol Profesional, ANFP.
“Carlos siempre estuvo ligado al futbol. En Santiago Wanderers, durante la administración de Reinaldo Sánchez. Fue gerente general de la ANFP, director de la sociedad anónima de Wanderers y director de la inmobiliaria”, agregó Gandulfo.
Gandulfo recordó además que jugó un rol fundamental cuando por iniciativa de Reinaldo Sánchez se creó el Canal del Fútbol.
“Carlos, estuvo ligado a Wanderers durante treinta años, pero él desde niño que era colocolino”, remató Gandulfo, al solicitársele un hecho anecdótico de un abogado que siempre mostraba un rostro serio y compuesto a la hora de las entrevistas periodísticas.
