16 de abril de 2025 05:07
  • Gonzalo Gutiérrez Muñoz, periodista

 

Sin respetar a las hinchadas, ya es una costumbre de algunos dirigentes del fútbol profesional, echar de los clubes a jugadores emblemáticos.

La última de las víctimas es Alfonso Parot, que tuvo una complicada salida de Universidad Católica.

El defensor dejó la UC tras seis años y una multitud de títulos, en una exitosa segunda etapa en el club que lo vio nacer en el profesionalismo.

Sin embargo, la forma en cómo salió de esta institución, a los 35 años, Parot lo tradujo en el siguiente dolor: «Fue un golpe duro, que no me esperaba. En toda negociación hay dos partes y si una dice que ya está, a la otra se le informa. Por eso me tomó de sorpresa; no sé cuánto tiempo estuve negociando solo, pero ya pasó».

«El dolor va a estar toda la vida. Mi mayor anhelo era terminar en el fútbol profesional, en el club de mis amores, pero estoy contento porque siempre voy a seguir siendo hincha y voy a morir por el club Universidad Católica. Creo que no se me dio el respeto que me gané en cancha. Hubiese esperado una forma distinta. No en un café, no el mismo día que llegaba otro referente del club como Gary Medel. Se hicieron muchas cosas mal. Por eso digo que soy fiel hincha del club Universidad Católica, no de Cruzados», concluyó, defendiendo ahora los colores de Deportes Limache.

Lo que le ocurrió a Parot, es lo mismo que le pasó al emblemático jugador de la selección chilena Leonel Sánchez, que desde niño jugó en la Universidad de Chile y que de un día para otro, el presidente de la institución Carlos Pilassi simplemente lo echó.

El crack del Ballet Azul lo lamentó profundamente: “Yo creo que ese fue el día que más lloré en mi vida, porque fue una sorpresa para mí. Sufrí mucho, sí yo llegué a los 11 años. Me fui por culpa de ese dirigente”.

Lo echaron el año 1969 y al siguiente jugó por Colo Colo saliendo campeón.

Misma suerte corrieron en esos años otros jugadores emblemáticos de la Universidad de Chile como Carlos Contreras y Carlos Campos.

De Colo Colo se recuerda de aquel tiempo la salida del centrodelantero Juan Soto, que muy dolido llegó a jugar por Rangers, donde incluso se instaló con una casa deportiva en Talca que llevaba su nombre en la central Uno Sur, que hoy ya no existe.

Pero hoy nos encontramos además con el caso del centrodelantero Carlos Muñoz, a quien el dueño de Wanderers, Reinaldo Sánchez no le quiso renovar el contrato a pesar de que él y la hinchada lo pedían, yéndose a Magallanes.

 

 

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