- Guillermo Herrera Figuera, ex concejal de Puchuncaví
El presbítero Luis Pérez Vicencio nació en Puchuncaví, el 30 de junio 1901. Fueron sus padres don Clorindo Pérez y doña Carmen Vicencio y de cuyo matrimonio nacieron seis hijos: Juan Francisco, Rosa, Gregoria, José‚ Manuel, Margarita y Luis. Tuvo el feliz privilegio de celebrar junto a sus hermanos, familiares y amigos las Bodas de Oro Matrimoniales de sus padres.
Al haber demostrado inquietudes y vocación religiosa desde niño, en 1914, ingresó al Seminario San Rafael de Valparaíso, con el directo y preocupante apoyo del cura párroco de Puchuncaví, don Alejandro Rollán García, distinguiéndose desde un comienzo como un alumno destacado en su rendimiento académico y formativo.
En 1921 continuó sus estudios eclesiásticos, especialmente la Teología, en el Seminario Pontificio de Santiago.
Fue ordenado sacerdote el 29 de mayo 1926 junto a otros tres compañeros seminaristas, que fueron los cuatro primeros presbíteros de la nueva Diócesis de Valparaíso, creada en 1925, es decir, hace cien años.


Se celebró una extraordinaria ceremonia, en la Iglesia Parroquial del Espíritu Santo de Valparaíso, y el Obispo Diocesano, Monseñor Eduardo Gimpert Pault, les confirió el Orden Sacerdotal.
El 11 de junio de ese año celebró su Primera Misa Solemne en la Parroquia de Viña del Mar, y a la semana siguiente, su Primera Misa en el templo parroquial de Puchuncaví, su tierra natal, contando con la activa participación de toda la comunidad local, que con su presencia y oración dio la bienvenida al nuevo sacerdote, hijo de la localidad.
Una vez ordenado, y sólo por algunos meses fue Cura Administrador de la Parroquia de Puchuncaví, llamándole cariñosamente a partir de entonces como el Cura Pérez.
Más adelante fue Teniente Cura de Casablanca, Doce Apóstoles y Matriz de Valparaíso; Vicario Ecónomo de la Parroquia de La Calera, Cura Suplente de Nogales y Quilpué. Párroco de Las Hijuelas, durante cinco años, Párroco de La Calera, por ocho años, y luego de la Parroquia Nuestra Señora de Lourdes de San Francisco de Limache.


Desde esta última ciudad, pasó a la Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús del cerro Barón de Valparaíso, donde permaneció cuatro años.
Con fecha 21 de junio 1953 fue nombrado Cura Párroco de la Parroquia Matriz de Valparaíso, cargo que desempeñó hasta su fallecimiento, el 27 de julio de 1966.
Como sacerdote sus méritos fueron múltiples con el pueblo que lo vio nacer y crecer En su calidad de sacerdote diocesano se dio por entero a su Iglesia, dando testimonio permanente de su fe y de total servicio a través de las diferentes parroquias donde debió cumplir con las tareas encomendadas por sus superiores, dejando en cada lugar un recuerdo de su acción parroquial y sacerdotal.
En sus rasgos personales se caracterizó por su gran espíritu de superación, constancia, gran dinamismo, singular entusiasmo y sana alegría, que afianzó permanentemente con su compromiso sacerdotal y diocesano.


Este ilustre y benemérito sacerdote, hijo de Puchuncaví, y perteneciente a la Diócesis de Valparaíso, murió en Valparaíso, después de soportar con cristiana resignación una corta enfermedad. Sus funerales se efectuaron en Puchuncaví. La Misa de Réquiem, presidida por el Arzobispo- Obispo de Valparaíso, Monseñor Emilio Tagle Covarrubias, y contando con la participación de un numeroso grupo de sacerdotes amigos, fue celebrada en el templo parroquial, en el mismo lugar donde había sido bautizado y celebrado su Primera Misa como sacerdote.
En la misa de despedida y posteriores funerales, además del obispo diocesano, sacerdotes amigos, familiares, feligresía local, estuvieron presentes las autoridades locales como el subdelegado comunal, René Valencia Valencia, el alcalde, Godofredo Bernal Fernández, el cuerpo de regidores, Juez de Policía Local y jefaturas de servicios públicos, etc.
Previo a su sepultación, despidieron al presbítero Luis Pérez Vicencio, el alcalde; el subdelegado comunal, y representantes de las comunidades parroquiales de Puchuncaví, cerro Barón y Matriz de Valparaíso, coincidiendo todos en resaltar los valores que adornaron la personalidad del ilustre sacerdote fallecido, y la acción cumplida en las diferentes parroquias donde se desempeñó con celo, preocupación y cariño por su ministerio sacerdotal.
Sus restos mortales descansan junto a otros familiares en la bóveda que la familia Pérez Vicencio posee en el cementerio municipal de Puchuncaví, desde el 29 de julio 1966.