
VINA DEL MAR, CHILE-OCT23: El jugador de Chile, Maximiliano Guerrero, izquierda, celebra despues de convertir un gol contra Mexico durante el partido del grupo A del futbol masculino de los XIX juegos Panamericanos Santiago 2023 realizado en el estadio Sausalito el 23 de Octubre 2023 en Vina del Mar, Chile./ Chile’s player Maximiliano Guerrero, left, celebrates after scoring against Mexico during the Men’s Group A, First Round football match of the 2023 XIX Pan American Games at the Sausalito Stadium on August 23, 2023 in Vina del Mar, Chile. Foto de Carlos Succo/Santiago 2023 via Photosport.
- Gonzalo Gutiérrez Muñoz, periodista
La paulatina y alta presencia de jugadores y entrenadores argentinos en el torneo de fútbol profesional chileno también se refleja en el resto de los países que forman parte de la Conmebol.
Diversos estudios que llevan adelante los periodistas especializados y estudiosos de las estadísticas, indican que Argentina tiene un fútbol altamente competitivo, con entrenadores muy capacitados, que se perfeccionan permanentemente y que siempre participan de seminarios internacionales.
Además en Argentina, se juega a un ritmo muy superior a lo que se observa en Chile. En nuestro país es evidente la lentitud del juego, la falta de aplicación, el sentido de equipo, la velocidad, la técnica en movimiento, etc.
A ello se suma que los arbitrajes en Chile evidencian falencias que ralentizan el juego. Es posible advertir que a los jueces no les interesa acelerar el juego, ya que demoran sus cobros en demasía y más aún cuando van a revisar una jugada televisiva. Lanzar un penal demora hasta cinco minutos en ejecutarse. Para qué decir cuando se va a lanzar un córner.
Esta observación obliga a pensar que en el futuro es posible que árbitros argentinos lleguen a nuestro mercado para acelerar el juego y terminar con las largas discusiones de los jugadores ante una mínima falta.
Siete de las diez selecciones que aspiran a participar en el próximo mundial de fútbol tienen en sus bancas a un entrenador argentino: Marcelo Bielsa, Uruguay; Néstor Lorenzo, Colombia; Gustavo Alfaro, Paraguay; Fernando Batista, Venezuela y Ricardo Gareca, Chile.
Los clubes con título de Primera División llegan a 179 en el subcontinente con 68 trasandinos repartidos en nueve mercados, a excepción de la liga venezolana.
Lo paradojal, es que en Brasil un terreno de difícil acceso hoy cuenta con cuatro argentinos en la dirección técnica: Ramón Ángel Díaz en Corinthians; Luis Zubeldía en Sao Paulo, Gustavo Quinteros en Gremio y Juan Pablo Vojvoda en Fortaleza.
En Chile, de los últimos nueve torneos de Primera División fueron conquistados por DT foráneos: ocho argentinos y el español Beñat San José.
Hoy día en Chile comenzaron la temporada nueve entrenadores chilenos, cinco argentinos y dos brasileños. De los cariocas fue despedido Gustavo Leal en Everton el que fue reemplazado por el uruguayo Mauricio Larriera.
El predominio de entrenadores y jugadores argentinos en nuestro medio obedece por la calidad de la liga trasandina, ya que al ser tan competitiva abre posibilidades a entrenadores estudiosos. Se hacen llamativos. En su mayoría tienen una preparación de fondo. Trasciende además que la liga argentina encandila y los estadios están con alta asistencia de público.
Hacerse un lugar en el fútbol argentino es muy difícil y eso obliga a esforzarte más, tanto a entrenadores como a jugadores. Hoy día todos lados los técnicos están capacitados para superarse e imponerse en el mercador, dada la globalización, la diversidad de cursos y el alto nivel académico.
Un aspecto a considerar es el espíritu competitivo que genera el argentino sobre todo en los deportes colectivos como se ha visto tanto en el fútbol como en el handball, hockey, vóleibol, básquetbol, rugby, ect.
Existe coincidencia que el fútbol argentino mantiene muy elevada la pasión y competitividad, lo que permite seguir sacando buenos jugadores, los cuales emigran a diversos países. Este futbolista, ya llegando al final de su carrera empieza a prepararse para empezar a competir desde las bancas como director técnico.